Muy temprano por la mañana, el niño pastorcillo cual nombre era Alberto, despertó y corrió hacia el corral en donde se encontraban sus hermanos y su padre, los cuales hacían sus labores diarias con su rebaño de cabras, el pequeño siempre preguntaba a su papá ¿ Papá cuando podré pastorear a las cabras en el cerro?, y el respondió, hijo tu estas muy pequeño para tanta responsabilidad, no tienes la edad suficiente y mucho menos la experiencia, mientras tanto aprende de tu hermanos, ya llegara ese día.
Así pasaron los años y el pastosillo creció y con el tiempo fue aprendiendo las labores de pastoreo. Un día llego ese gran momento, su padre le pidió que soltara el rebaño y se fuera al cerro a pastorear, el niño pastor le dijo ¿papá las cabras están a punto de parir? El contesto, tu estas preparado yo confió en ti, el pastorcito se animo al escuchar las palabras de su progenitor y se preparo para su gran día, tomo unas manzanas y un trozo de pan y se fue al corral a soltar el rebaño y tras de ellas se fue al cerro.
MAURICIO GONZÁLEZ LÓPEZ
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